IV Congreso de Desminado en el Poli: La tecnología al servicio de la paz

Del 21 al 23 de octubre, el City Campus del POLI fue el escenario del IV Congreso Internacional de Ciencia y Tecnología para el Desminado. Este importante evento, organizado por la Escuela de Ciencias Básicas de la Facultad de Ingeniería, Diseño e Innovación, permitió exponer los resultados de diversas investigaciones centradas en la política pública y la acción humanitaria en temas de desminado y violencia asociada a las armas.

Fuero tres días con espacios de encuentro para el análisis y debate sobre importantes avances sociales y tecnológicos en el ámbito del desminado, donde tanto expertos como estudiantes pudieron intercambiar conocimientos y experiencias.

Durante el congreso, el POLI fue reconocido por el Centro Nacional Contra Artefactos Explosivos, destacando su compromiso con la inclusión y rehabilitación de personas afectadas por el conflicto armado. 

Este galardón fue conmemorado en una jornada llena de simbolismo e inclusión, que incluyó un partido de voleibol sentado. En la competencia, el equipo femenino de voleibol del Poli se enfrentó al equipo de las Fuerzas Armadas, nueve veces campeones nacionales y tres veces campeones internacionales en esta modalidad. Tras 30 minutos de juego intenso, la victoria fue para las Fuerzas Armadas con un marcador ajustado de 20 a 17, en un encuentro que dejó claro el espíritu de trabajo en equipo y la fortaleza de los participantes.

Otro momento destacado fue la demostración de caninos antiexplosivos, a cargo del dragoneante profesional Uriel Alfonso Ardila Montañez, quien explicó la metodología de trabajo con los perros especializados en detección de explosivos. “Todo se logra por medio del juego”, comentó Ardila, destacando que los caninos asocian la búsqueda de sustancias con una actividad lúdica, donde son premiados con una pelota o un frisbee al completar la tarea. “Es un trabajo en equipo entre el soldado y el perro, donde ambos se necesitan mutuamente para cumplir con los objetivos”, agregó.

Ardila resaltó la importancia de que estos ejercicios se realicen en espacios académicos como el congreso, para desmitificar ideas erróneas sobre el entrenamiento de los caninos. “No se trata de drogas ni de adicciones; es un proceso de asociación y recompensa que resulta ser clave en la misión de detección”, afirmó. Este tipo de actividades, permiten que el público comprenda el vínculo entre el soldado y su binomio canino y el valor del entrenamiento positivo en labores de seguridad.