Educar para el desarrollo sostenible: Cambio climático

• El calentamiento global sigue aumentando y los fenómenos meteorológicos se presentan con mayor frecuencia y fuerza. El planeta desde hace varios años hace un claro llamado a frenar la emergencia climática. ¿Es la educación una de las soluciones?
• Colombia es uno de los países con mayor riqueza natural, pero enfrenta desafíos ambientales. Mitigarlos depende, en gran medida, de la educación ambiental que se brinda en las escuelas y colegios de todo el territorio nacional.
• La educación ambiental busca despertar la conciencia, generar un espíritu crítico, permitirles a los estudiantes conocer la naturaleza y sus procesos, y despertar una preocupación más global de los problemas ambientales que vive el planeta.
• El rol del docente en ciencias naturales y educación ambiental es vital, es él quien desarrolla programas y estrategias para aplicar en todas las etapas educativas, llevando a que sus estudiantes generen métodos de conservación ambiental que modifiquen conductas.

El calentamiento global sigue aumentando y los fenómenos meteorológicos se presentan con mayor frecuencia y fuerza. Según los nuevos datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los fenómenos como huracanes, extremas sequías, extremas lluvias, entre otros, causaron 11.778 desastres registrados entre 1970 y 2021, con más de 2 millones de muertes y 4,3 billones de dólares en pérdidas económicas. 

Esta es solo una de las tantas consecuencias de los cambios que está viviendo el planeta, que desde hace varios años hace un claro llamado a frenar la emergencia climática. ¿Es la educación una de las soluciones para generar un verdadero cambio en los hábitos de los ciudadanos encaminados a contrarrestar la emergencia climática?

La educación en las aulas de clase

La educación ambiental nació en la Declaración de Estocolmo en 1972. Desde ese año, cada 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, con el que se busca generar conciencia de la importancia que tiene cuidar y proteger la naturaleza y el medio ambiente. Pero más allá de celebrar una jornada, el trabajo es en el día a día y las aulas de clase son fundamentales para generar verdaderos cambios. 

Colombia es uno de los países con mayor riqueza natural. Y aunque ha logrado avances significativos en materia ambiental, particularmente en temas como la desforestación y la ampliación de áreas de protección, enfrenta desafíos ambientales tras los efectos de la contaminación de fuentes hídricas, del aire, el impacto del cambio climático y la pérdida de biodiversidad en los territorios. Estos retos requieren respuestas contundentes.

Afrontar estos retos requiere de diversos esfuerzos, que incluyen a múltiples actores. En gran medida la escuela es fundamental, ya que los más pequeños, los niños y jóvenes de todo el territorio nacional, serán los encargados de modificar hábitos y de valorar la diversidad medioambiental del país. Allí, el rol de la escuela y de los educadores en ciencias naturales y medio ambiente cobra vital importancia. Enseñar sobre la naturaleza, la vida y el ambiente no solo enriquece el conocimiento, sino que también fomenta una conciencia ecológica indispensable para la conservación y sostenibilidad de los ecosistemas.

Gerardo Machuca, director de la nueva Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental del Politécnico Grancolombiano, destaca que

Colombia es un país con una amplia diversidad biológica y cultural, lo que nos obliga a formular respuestas y acciones adecuadas al marco de requerimientos ambientales a los que nos enfrentamos como país. La educación se convierte en un factor de agenciamiento a favor del desarrollo humano y la mejora de las condiciones de calidad de vida

Además, enfatiza en la importancia de la triada naturaleza, vida y ambiente, donde los docentes juegan un papel crucial como articuladores de estos elementos.

Educar a los niños y jóvenes en medio ambiente y naturaleza implica desarrollar actividades que les permita experimentar y vivir sus entornos naturales de una forma diferente. Lo que busca la educación ambiental es despertar la conciencia, generar un espíritu crítico, permitirles conocer la naturaleza y sus procesos, y despertar una preocupación más global de los problemas ambientales que vive el planeta. El área de ciencias naturales y educación ambiental fomenta la autonomía de los estudiantes, transformando los ambientes de aprendizaje en comunidades educativas.

En estas edades, los estudiantes, con el acompañamiento de sus docentes, logran generar métodos de conservación ambiental que modifican conductas y los empoderan para transmitir el conocimiento a sus familias. Actividades de reciclaje, de rescate y de conservación de especies y de espacios naturales, son fundamentales. Esto incluye el manejo integral de residuos, la conservación del agua y la reflexión sobre los procesos extractivos de recursos naturales.

Todos estos conocimientos nacen de la educación, por eso, el rol del docente en ciencias naturales y educación ambiental es tan importante, es él quien desarrolla programas y estrategias para aplicar en todas las etapas educativas.

La educación y formación de maestros en estos temas potencia el desarrollo de competencias necesarias para educar a los distintos agentes de la población en las tan diversas regiones de nuestro país

Señala el director de la nueva Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental del Politécnico Grancolombiano.

Retos para los docentes en ciencias naturales y educación ambiental

Para generar procesos educativos que empoderen, es esencial que los maestros comprendan los fenómenos relacionados con la vida, la naturaleza y el entorno. Esta comprensión busca la problematización por medio de la investigación, promoviendo una formación que formule problemas desde diversas perspectivas, como la educación STEAM. Este enfoque, por ejemplo, permite la integración de saberes con una orientación a la resolución de problemas asociados, en este caso, al desarrollo del país y que los transmitan a sus estudiantes.

Los acelerados cambios climáticos exigen que los maestros se formen como expertos en la implementación de prácticas y estrategias pedagógicas alineadas con los modelos de ciencia y tecnología. Este desafío implica fomentar una formación de niños y jóvenes desde una amplia gama de elementos, como el pensamiento científico interdisciplinar, complejo y contemporáneo, elementos esenciales para consolidar aprendizajes para la vida.

Esto implica varios retos para los docentes. Uno de ellos es brindar herramientas para la formulación de aprendizajes situados, inclusivos y diferenciales, que atiendan puntualmente a la diversidad de Colombia. Para esto también es necesario fomentar apuestas educativas y de investigación colectiva con énfasis en la interdisciplinariedad, el enfoque diferencial y la conciencia ambiental, consolidando comunidades de aprendizaje en diversos contextos.

Además, los docentes están llamados a promover la investigación como un medio para problematizar y visibilizar la singularidad de los territorios, potenciando la formulación y ejecución de propuestas pedagógicas en distintos escenarios educativos. Porque, sin dudarlo, a largo plazo la educación ambiental es la herramienta para incrementar la conciencia ecológica y la responsabilidad sobre las acciones de cada uno de los seres humanos. Y la preservación del planeta va a depender de qué tan conscientes somos del impacto de nuestras actividades.