¿A qué se debe el auge de los podcasts?

Es muy probable que recientemente hayas escuchado alguna recomendación de “un podcast”, ya sea de un amigo, de una persona famosa o que te ha salido en las noticias recientes.

Este formato está tomando mucho vuelo desde hace un par de años, y este crecimiento responde a una necesidad de estar informados y de consumir contenidos que nos hagan sentir más cercanos como audiencia con el podcaster.

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Pero ¿qué son los podcasts?

El podcast es un formato de audio que se puede reproducir en cualquier momento (como una canción), pero que se trata más de un programa que genera un locutor (mejor conocido en este mundo como “podcaster”).

La composición es sencilla: un creador de contenido o podcaster graba su contenido en formato audio, lo edita y realiza ajustes como cortinas y sonidos especiales, luego lo sube a una plataforma de audio (o a varias) y listo. Es una versión de un programa de radio, pero sin horarios para escucharlo.

Los podcasts se distribuyen por las plataformas más conocidas de audio (Spotify, Apple, Google, Soundcloud, Pandora), pero también hay sitios y apps específicas para solo escuchar podcasts, como lo son: Audioboom, Pocketcasts, Radiopublic, Breaker, entre otras.

Temáticas y duración

Cada podcast puede (o no) tener temas definidos en su programación. Así, puedes tener programas solamente que hablen de historia, algunos más específicos que traten solo de mitos griegos, o incluso algunos sin temática particular, ya que pueden ser de variedades.

En el Poli, hemos desarrollado algunos programas que se orientan a temas de algunas de nuestras carreras: por ejemplo, tenemos Radiotelling que lo generan estudiantes de Mercadeo y Publicidad; luego está La pandemia al derecho, que es de la carrera de Derecho; y por último está Cuenta con los datos, que es un mix de informaciones de actualidad y de la universidad.

En cuanto a la duración también es variable. Hay podcasts que por su estructura y sus objetivos son hiperbreves, por ejemplo, un podcast que sea de reflexiones diarias o de meditaciones guiadas cortas. En contraposición, existen programas que desarrollan temáticas a fondo y pueden durar 20, 30, 60 o 120 minutos cada episodio.

Realmente no existe un límite ni porque sea de un minuto o de dos horas, cada creador genera el contenido según desee y ello permite un ejercicio amplio en la democratización del libre discurso y de compartir contenidos.

¿y por qué van en crecimiento?

Tal como mencionábamos al comienzo, este formato tiene una característica flexible y es que puedes consumirlo mientras realizas otras actividades: como desplazarte por la ciudad, lavar los platos, acariciar a tu gato o salir a pasear a tu perro.

Otro punto clave es que existe una voz humana y un hilo discursivo, es decir, una idea lleva a otra y nos relacionamos con esos pensamientos, nos es fácil sentirnos parte de la conversación.

Además, dado que el formato se dirige a un oyente y existe una sensación de “privacidad”, se convierte en un consumo personal, por lo que es como si alguien te hablara y tú fueses parte de ese acto comunicativo.

Esto ha hecho que el podcast, incluso antes de la pandemia, fuera en crecimiento exponencial año tras año, al querer ser parte de otras conversaciones y sentirnos cada vez más conectados con otros.

La versión del podcast en video 

Si has decidido explorar un poco más en el mundo de los podcasts, seguro te has encontrado con que algunos tienen también una versión para Youtube o Vimeo, incluso el mismo Spotify comenzó a permitir video en su plataforma el año pasado para algunos programas.

Los programas con una versión en video, donde aparecen los locutores en sus “sets de grabación”, se llaman videopodcast o videocast, pero siguen siendo exactamente el mismo programa solo que puedes ver a los podcasters mientras graban.

Algo importante a mencionar es que el podcast no necesariamente debe ser de dos o más personas, ya que se da mucho el fenómeno de un solo locutor que lleva a cabo su programa, el One-Person show.

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Diferencias con un webcast

Cuando se menciona la versión en video de los podcasts sale siempre a confrontación con los webcasts.

La diferencia principal es el factor “en vivo”, ya que el webcast se suele emplear para transmisiones de eventos, lecturas, seminarios en línea, entre otros, y por ello también incorpora una interacción con la audiencia.

En cambio, el podcast es un formato pregrabado y editado, y no cuenta con una interacción de la audiencia en vivo.

Conocimientos prácticos y herramientas

¿Todos podemos grabar un podcast? Sí, digamos que esto forma parte esencial del formato, aunque también es una realidad que al tener conocimientos sólidos de edición de audio, de grabación, de dicción y de narración, para producir un contenido de buena calidad.

Por otro lado, también es muy recomendable contar con conocimientos en ética y responsabilidad de la comunicación, y entendiendo desde el fundamento los procesos comunicativos más a fondo. Con esto es extremadamente probable que logres una mejor conexión con quienes te escuchan.

Estas herramientas puedes alcanzarlas con carreras como Producción Audiovisual, que ya te serviría perfecto hasta para desarrollar el formato de videopodcast, o también Comunicación Social, ya que esta te permite entender los procesos comunicativos para que sepas cómo utilizarlos de la mejor forma y así comentar o expresar alguna idea en un medio de difusión masiva.