¿Por qué hay que luchar contra el miedo de ir al psicólogo?

A veces pensamos que el bienestar es la sensación de sentirnos bien físicamente, que no nos duela nada, que ninguna alergia se nos active y que ni siquiera una gripe se nos contagie.

Aunque existen momentos en los que, a pesar de “sentirnos bien” físicamente, hay algo que nos hace sentir incómodos o preocupados y no nos permite que esa sensación de bienestar sea completa, es decir, se debe reconocer que la parte emocional también es importante.

Lo difícil para muchas personas viene cuando algunas emociones juegan en contra y existen situaciones que no sabemos manejar apropiadamente (los duelos, las migraciones, los rechazos, etc.) y se gestan reacciones que no son favorables.

Para esto están justamente los psicólogos, quienes buscan entender y ayudarnos a abordar las situaciones que han originado en nosotros alguna sintomatología como depresión, ansiedad, estrés… y pueden ayudarnos a sanar.

El trabajo ético del psicólogo

Lo primero es comenzar por entender la labor de este profesional de la salud: un psicólogo es un experto capacitado para abordar la salud mental profesionalmente, quien te puede ayudar con tus problemas a través de diferentes herramientas para generar un diagnóstico y luego diversos tratamientos para ayudarte a sentirte bien contigo mismo y tus emociones.

Si vas al traumatólogo cuando has sufrido una lesión o te has dado un golpe severo, ¿por qué no acudes al psicólogo cuando atraviesas por un problema emocional?

Lo más normal es pensar que será necesario hablar de ti mismo y esto podría generarte alguna incomodidad, la mayoría de las personas siente que se les juzgará, que los psicólogos “son para los locos”, que los verán con malos ojos o que incluso se burlarán de ellos, aunque en una consulta psicológica esto no sucede.

En la vida, todos atravesamos situaciones en las cuales requerimos de una orientación o alguien que nos escuche y nos brinde el apoyo que, en ocasiones, no es tan fácil de encontrar.

Por otro lado, no es cierto que los psicólogos “sean para los locos”, ya que las patologías mentales no deben considerarse desde un sesgo social, sino que deben tratarse con más naturalidad y sin tabús.

Todas las personas atravesamos por emociones y pensamientos que a veces no son positivos, y revisarlos con un profesional debe ser considerado algo sano y que se fomente en la sociedad.

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¿Qué sucede en una consulta psicológica?

Uno de los primeros pasos para derribar ese miedo es saber qué te espera, que entiendas el panorama y que estés tranquilo.

En las primeras consultas es normal que te hagan algunas entrevistas en las que se indaguen aspectos básicos de tu vida (familia, pareja, trabajo, amigos…). También es común ahondar en las razones que te han llevado a ir al psicólogo y entender lo que te genera malestar.

Luego te irán dejando algunas tareas en cada sesión, como escribir ciertas cosas, ver alguna película o realizar alguna acción (como salir a comer con tus padres o hablar de algún tema con un amigo), todo depende de tu motivo de consulta y va de acuerdo con el criterio del profesional.

Es probable que encuentres cosas que debas trabajar en conjunto con tu psicólogo para poderles dar un sano cierre, ello se ajustará a cada situación, pero al final siempre se buscará lograr un resultado positivo.

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¿Por qué se le llama “ir a terapia” con un psicólogo?

Solemos asociar la terapia a una rutina, algo que se hace constantemente en búsqueda de un beneficio.

La terapia psicológica consiste en eso, en lograr establecer una periodicidad de sesiones, donde se pueda crear un espacio de confianza y que se expongan las preocupaciones, los pensamientos y las emociones del paciente.

Al constituirse como rutina, es normal que las personas comiencen a sentirse más abiertas a contar sus historias y que vayan perdiendo el miedo y la inseguridad de hacerlo.

Además, el cuerpo responde ante esta continuidad, así, al transcurrir las sesiones se construye ese lazo y se permite el dar espacio al psicólogo para entender y diagnosticar tus síntomas.

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Has comenzado a ir al psicólogo pero no sientes que funciona, ¿qué hacer?

Esto debes evaluarlo bien antes de tomar una decisión, por ejemplo, ¿te has dado tiempo para que funcione?, ¿te has abierto lo suficiente y has contado todo lo que te preocupa o te has guardado cosas?, ¿estás expresando tu verdad o solo una versión de los hechos con los que sientes que te verán bien? ¿sabes qué tan comprometido estás con tu proceso psicológico?

Existen muchas preguntas que debes hacerte antes de abandonar la terapia. Ahora, si ciertamente no te sientes a gusto con tu especialista o con su metodología, siempre está la opción de cambiar de terapeuta.

Esto para muchos es esencial, ya que quieres que quien te trate y a quien le cuentas todas tus cosas sea una persona con la que puedes conectarte y sentirte a gusto.

Esa conexión muchas veces se da o no se da, es bueno que puedas identificarla y comentarla con tu terapeuta, ya que es probable que te pueda recomendar a alguien más según tus necesidades.

¿La universidad tiene algún espacio de terapia psicológica?

Sí, y nos enorgullece mucho como institución poderte brindar este espacio con especialistas para apoyarte en diferentes situaciones que atravieses.

El área se llama “Centro de Psicología” y puede apoyarte directamente como estudiante de nuestra institución o a través de la consulta externa si no perteneces al Poli.

El Centro dispone de charlas, sesiones informativas, videos, infografías y un podcast “Laberintos de la mente” a través de Poliradio, todo para que puedas encontrar contenido a tu alcance de algún tema que resulte de tu interés. Todo ello adicional a las consultas privadas que puedes solicitar.

Ten en cuenta que es un gran recurso contar con este tipo de apoyo durante tu trayecto universitario (pregrado o posgrado).